martes, 11 de diciembre de 2012

Triste libertad


Has partido por que así lo has decidido,
por que el quedarte no te ha resultado
beneficioso, atractivo o conveniente.
Te vas y te llevas mis amaneceres,
mis alas en tu equipaje,
un neceser con miles de recuerdos,
y un par de fotografías.
Pero vamos no llores,
que esto ha sido tu decisión,
este viaje es lo que tu querías,
lo que ansiabas.
El poder desplegar las alas,
y adornar con su majestuosidad el cielo,
sentir el viento en tu cara,
y la brisa acariciar tu cuerpo.
Vamos no sufras, allá arriba estarás a salvo,
lejos de mis achaques y problemas,
de mi heridas, y de mis mordidas,
estarás a salvo de mi.
No debes angustiarte por mi,
Te amo, y quiero lo mejor para ti.
¿Qué si estaré triste?
¡Por su puesto!
¿ Cuándo fue la ultima vez
que perdiste a un ser amado
y reíste a carcajadas?
No te niego que llorare
una lagrima antes de ir a dormir,
y que quizás evite los lugares que
solía frecuentar contigo,
sin embargo a mi pesar, tu partida
no implica que se termine mi vida,
que se derrumbe mi mundo,
pues tu has echado a andar mi mundo,
y le diste un rumbo a mi vida,
y seria un acto de ingratitud
terminar derrumbado y llorándote.
Con suerte no me tomara mucho tiempo
seguir tu ejemplo, y abrir mis alas maltratadas
y volar, donde me lleve el viento,
hasta que el ojala y el destino,
decida juntarnos, con alguien más a nuestro lado.